La encanto de Ronda se despliega ante los ojos como una obra maestra. Sus casas, blanco, parecen balancearse sobre el vacío que marca la frontera entre dos mundos. El Tajo de Ronda, un colosal desfiladero esculpido por el río Guadalevín, separa las colinas, creando una paisaje verdaderamente asombrosa. Las estrechas y sinuosas calles se extie